lunes, 21 de septiembre de 2009

Duda


La orden llegó a la biblioteca cuando en el alma de Fedina y de sus hombres luchaban sentimientos encontrados: por un lado descubrían a cada momento nuevas curiosidades que satisfacer, iban tomando gusto a aquellas lecturas y aquellos estudios como jamás lo hubieran imaginado; por otro lado no veían la hora de volver con las gentes, de retomar contacto con la vida que les parecía ahora mucho más compleja, casi renovada ante sus ojos; y por otro más, al acercarse el día en que deberían abandonar la biblioteca, se sentían llenos de aprensión, porque debían rendir cuentas de su misión, y con todas las ideas que les brotaban en la cabeza ya no sabían cómo salir del atolladero.

Italo Calvino: Un general en la biblioteca.

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