domingo, 10 de febrero de 2013
El ocaso (I)
Dos poemas de la serie titulada El ocaso, variaciones alrededor de un atraco, publicados en la revista digital El Globo Sonda.
MOMENTO
El atracador era un chaval
de la edad de mi hijo,
más delgado, más moreno,
con unos dientes tan blancos
que sus amenazas salían
con un brillo de anuncio,
con la poderosa luz
de un foco repentino.
Y así, claro, no hay quien pueda,
no ya resistirse,
sino dejar de agradecer
el momento emocionante,
la epifanía íntima, exclusiva,
de una ceremonia
tan bien escenificada.
PERDÓN
Te llamé, pero no estabas.
Perdóname la mancha
de mi huella en el portero
y el charco junto al portal
y mi frialdad allí tirado
en esa acera tan limpia.
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