El
Ayuntamiento de Parla vuelve a dar ejemplo de coherencia y saber hacer despidiendo a
varios trabajadores, siete hasta el momento de escribir este artículo, que
habían sido readmitidos provisionalmente a la espera del dictamen del Tribunal
Supremo.
“No habrá más recursos” afirmaba el alcalde hace meses; “todos serán
readmitidos” aseguraban desde IU, pero como el alto tribunal ha fallado a favor
del Ayuntamiento, “donde dije digo…” y esos trabajadores, a la calle.
La cosa va
quedando así, de los 56 despedidos en 2011, 7 se van ya definitivamente, pero
habrá más cambios, sin duda.
La diferencia la marca, al parecer, la presencia o
la ausencia de una frase en las alegaciones, una frase alusiva al rechazo de
tales despidos en el Pleno Municipal. Según parece, al altísimo Tribunal
Supremo no le importa el tipo de contrato o el perfil laboral, ni haber ganado
o perdido el juicio en primera instancia o en el TSJM, ni compartir la agresión
del resto de afectados, no, lo que le importa es la pericia de los abogados
para citar que el Pleno Municipal rechazó los despidos aprobados por ese
engendro administrativo llamado Junta de Gobierno.
Con su decisión, el lejano
Tribunal Supremo da ejemplo también de coherencia y saber hacer, ilustra a la
perfección cuáles son los mecanismos que mueven la Justicia y hace un poco más tenebrosa
su estremecedora maquinaria.
La realidad sólo existe si es nombrada, “en el
principio era el Verbo”, y los abogados que han llevado los casos perdedores se
han cubierto de gloria por no leer la Biblia, ríen en el Supremo.
Así las
cosas, el Ayuntamiento de Parla solo
tendrá que pagar 3 millones y pico de euros a los trabajadores readmitidos, el
PSOE añade otra muesca a su peculiar modo de gestionar la plantilla municipal,
IU se retrata de nuevo, el PP se frota las manos y UPyD… Menos mal que el
dinero ahorrado con los despidos servirá para sanearlo todo.
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