jueves, 15 de mayo de 2014

Cuento


PODER EN PERSPECTIVA

Las llamas que devoraban el bosque ya eran visibles desde el pueblo. Algunos vecinos cargaban los coches con enseres y recuerdos dispuestos a abandonar sus casas. Ella, no; ella estaba fascinada por la enorme lengua ardiente que avanzaba incontenible. Absorta ante la ventana de la cocina, era incapaz de desviar la mirada del espectáculo devastador. Ya podía sentir el calor del fuego y eso le dio sed.
- Qué curioso -murmuró entornando un ojo y acercando a él los dedos pulgar e índice de una mano hasta abarcar el incendio-, a esta distancia parece una simple fogata que podría sofocar utilizando mi poder de gigante.
Y alzó el vaso con agua y fue derramando el líquido sobre las llamas del incendio como si estuviesen allí mismo.
La lluvia repentina y torrencial las apagó.



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