lunes, 25 de abril de 2016

La prueba del fracaso


"La prueba del éxito es mirarte en el espejo y que no te reconozcas". Ésta es la afirmación del Roto en la viñeta del periódico El País del 12 de abril pasado. En ella vemos por detrás a un tipo trajeado que se ajusta la corbata ante el espejo en el que se está mirando. Parece bastante satisfecho de sí mismo, tanto como mi vecina Felicidad, Feli, cuando me invita a uno de sus guisos de legumbres, ligeros en el paladar, pero contundentes en la digestión. El mismo efecto ha surtido en ella la viñeta mencionada. "Tras la sonrisa inmediata, dice, he sentido la punzada de la contradicción y el desasosiego, porque la frase podría expresarse al revés: la prueba del fracaso es mirarte en el espejo y no reconocerte". Como me ha visto cara de seguir pensando en las legumbres, me ha aclarado la cosa. "Me he visto a mí misma asomada al espejo de nuestra sociedad y no me reconozco en la imagen que me ha devuelto, una imagen de fracaso de dimensiones faraónicas y de múltiples caras. Fracaso político, fracaso económico, fracaso social, laboral, ético...". "Y ¿te ves como parte responsable del fracaso?", le he preguntado. Y ella ha respondido que por supuesto que sí, que ella y yo y todos somos parte implicada y, en consecuencia, responsable de lo que nuestros representantes, a todos los niveles, hagan y dejen de hacer, desde la permisividad con los ricos, hasta la corrupción, pasando por la precariedad laboral o la vergonzosa aceptación de dieciocho refugiados, dieciocho, en todo este tiempo. Nos responsabilizamos con nuestra opinión y con nuestro comportamiento y, por supuesto, con nuestro voto. No podemos aceptar lo inaceptable, ni justificar lo injustificable. No podemos conformarnos con el fatuo pensamiento de que es cosa suya porque para eso los hemos elegido. "Me niego a ser como la vecina idiota que ensucia la calle, protesta Feli, y lo justifica diciendo que para eso paga sus impuestos. Ni hablar". Y tiene razón.



No hay comentarios: