lunes, 26 de junio de 2017

Preámbulo a un cuento de verano


Mi vecina Felicidad, Feli, irrumpe en casa con violencia y por sorpresa, y con una cazuela de coquinas recién hechas. Está harta, dice. Vaya racha que llevas, le respondo. Tú, a callar, me replica, tú escríbeme un cuento de verano y déjate de políticas, hombre, ya está bien de tanta palabrería, tanta corrupción, tanto incumplimiento, tanto tonto suelto… Nos miramos desafiantes y recitamos a coro y a gritos el monólogo de Les Luthiers: “No juegues con mi paciencia, detén tanto tonto intento, detente, tenme contento, o atente a las consecuencias. Mantente atenta y solícita; mientras tanto, nada intentes, no me tientes a que atente contra tu integridad física”. Nos reímos, claro está, imaginamos a Rajoy recitándolo y decidimos brindar por todas esas cosas indeseables que nos rodean. Con esa intención vamos a la cocina a por una botella de vino. Elegimos un blanco extremeño, Habla de ti, seco y aromático, que irá muy bien con las coquinas.
Por los plenos interminables, los planes incumplidos, las mociones absurdas y las menciones inútiles, enumero yo. Por los concejales huidizos, que abandonan la lista por la que se presentaron y fueron elegidos, pero se aferran a su acta de concejales porque si no se quedarían en paro, los pobrecitos, y eso si que no, porque si la política no sirve para buscarte la vida, dime tú para qué va a servir, no querrás que sirva para dignificar nada ni a nadie, ¿verdad?, se explaya ella. Por los púnicos y los colaboracionistas que tan a gusto viven en la oposición a pensión completa y sin oponer una m… Y por el PP de Parla, el PPP, que parece el balbuceo premonitorio de quien no va a ser capaz de arreglar una m…, ella. Por la deuda, que crece cada día más hermosa y rolliza y pagará quién sabe quién, yo. Por los planes de ajuste que no ajustan una m…, ella. Por las m… que se nos acumulan, yo. ¿Y el cuento, Carlos? El mes que viene, Feli.


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