La revista Bloc dedica su nº 5 a las relaciones entre el cine y los álbumes ilustrados. 93 páginas que da gusto leer y hojear, entre las que destaco dos secciones: la entrevista al ilustrador Roberto Innocenti y el catálogo comentado de álbumes llevados al cine.
Innocenti habla de la memoria, las influencias, la invención, la técnica... de forma ilustrativa y muy concreta. "Este trabajo es como una forma de alquimia -dice-: primero se realiza y después se encuentra la fórmula."
Sobre los álbumes adaptados, la corrección de los redactores y críticos de Bloc, que no se "pringan" haciendo valoraciones, sino que se centran en lo positivo de la recreación, hace que sea el lector-espectador quien deba decidir si le gustan o no las diferentes propuestas.
Es interesante ver la disparidad de tendencias a la hora de adaptar un álbum al cine; desde el cortometraje que narra la misma historia que el álbum utilizando las propias ilustraciones de éste -Oscurto, muy oscuro, de Ruth Brown-, hasta el radical cambio de estética -Shrek, de William Steig-, pasando por la ampliación de la historia -Donde viven los monstruos, de Maurice Sendak, o el recorrido inverso, del cine al álbum -King Kong, de Anthony Browne.
Una vez más, la espera del siguiente Bloc ha merecido la pena.
Innocenti habla de la memoria, las influencias, la invención, la técnica... de forma ilustrativa y muy concreta. "Este trabajo es como una forma de alquimia -dice-: primero se realiza y después se encuentra la fórmula."
Sobre los álbumes adaptados, la corrección de los redactores y críticos de Bloc, que no se "pringan" haciendo valoraciones, sino que se centran en lo positivo de la recreación, hace que sea el lector-espectador quien deba decidir si le gustan o no las diferentes propuestas.
Es interesante ver la disparidad de tendencias a la hora de adaptar un álbum al cine; desde el cortometraje que narra la misma historia que el álbum utilizando las propias ilustraciones de éste -Oscurto, muy oscuro, de Ruth Brown-, hasta el radical cambio de estética -Shrek, de William Steig-, pasando por la ampliación de la historia -Donde viven los monstruos, de Maurice Sendak, o el recorrido inverso, del cine al álbum -King Kong, de Anthony Browne.
Una vez más, la espera del siguiente Bloc ha merecido la pena.
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