Eón lo tomé de su casa para conservar algo suyo. Lo tenía en su mesita de noche, esperando. Yo lo cogí. Pero nunca me he atrevido a romper el plástico que lo cubre y lo protege.
Aquel ejemplar había sido comprado por un lector -mi padre- que ya no lo leería.
Sé que, en su momento, días después de su muerte, eso -azar o destino- me conmovió.
Eón ha estado en casa sin ser leído durante veinte años. ¿Por qué?
Miquel Rayó: Eón (Anaya, 2008)
Aquel ejemplar había sido comprado por un lector -mi padre- que ya no lo leería.
Sé que, en su momento, días después de su muerte, eso -azar o destino- me conmovió.
Eón ha estado en casa sin ser leído durante veinte años. ¿Por qué?
Miquel Rayó: Eón (Anaya, 2008)
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