Los seis ciegos y el elefanteVersión de Pilar Obón
Ilustraciones de Manuel Monroy
Edición: México: Nostra Ediciones (Colección: Cuentos clásicos el mundo), 2005
Esta versión de cuento popular nos muestra a seis ciegos paquistaníes que desean conocer cómo es un elefante y, para ello, peregrinan hasta la India. Allí conocen al mahout -cuidador- Sidharta y a su elefante Pantaleón. Cada ciego explora una única parte del animal, llega a una conclusión y los seis regresan convencidos de que cada uno de ellos es quien tiene la razón.
En esta ocasión, la historia es narrada de forma más extensa que en otras. Junto a una breve introducción sobre la India y los elefantes, se añade la figura del cuidador, inexistente en las demás, que desempeña el papel de intermediario entre el animal y los ciegos, pero también entre la historia narrada y el lector, de tal forma que será él quien exprese la enseñanza final de la fábula:
- Ya lo ves, Pantaleón. En vez de tocar todo tu cuerpo para saber realmente cómo eres, sólo tocaron una parte, y creyeron que esa parte eras tú. Eso te enseña a no dejarte engañar por los detalles.
Además, en esta ocasión, el narrador hace intervenir más activamente al animal, mostrando sus sentimientos cuando oye las conclusiones de los ciegos, e incluso aparece un nuevo personaje: un pequeño ratón que atemoriza al enorme elefante. En resumen, hay más elementos accesorios, que enriquecen el ambiente del cuento, pero que, a mi juicio, son prescindibles.
El álbum es de pequeñísimo formato (12 x 12 cm.), con ilustraciones muy expresivas, aunque no sé si favorecidas -igual que le ocurre al texto- por el cambiante color de las páginas.

Ilustraciones de Manuel Monroy
Edición: México: Nostra Ediciones (Colección: Cuentos clásicos el mundo), 2005
Esta versión de cuento popular nos muestra a seis ciegos paquistaníes que desean conocer cómo es un elefante y, para ello, peregrinan hasta la India. Allí conocen al mahout -cuidador- Sidharta y a su elefante Pantaleón. Cada ciego explora una única parte del animal, llega a una conclusión y los seis regresan convencidos de que cada uno de ellos es quien tiene la razón.
En esta ocasión, la historia es narrada de forma más extensa que en otras. Junto a una breve introducción sobre la India y los elefantes, se añade la figura del cuidador, inexistente en las demás, que desempeña el papel de intermediario entre el animal y los ciegos, pero también entre la historia narrada y el lector, de tal forma que será él quien exprese la enseñanza final de la fábula:
- Ya lo ves, Pantaleón. En vez de tocar todo tu cuerpo para saber realmente cómo eres, sólo tocaron una parte, y creyeron que esa parte eras tú. Eso te enseña a no dejarte engañar por los detalles.
Además, en esta ocasión, el narrador hace intervenir más activamente al animal, mostrando sus sentimientos cuando oye las conclusiones de los ciegos, e incluso aparece un nuevo personaje: un pequeño ratón que atemoriza al enorme elefante. En resumen, hay más elementos accesorios, que enriquecen el ambiente del cuento, pero que, a mi juicio, son prescindibles.
El álbum es de pequeñísimo formato (12 x 12 cm.), con ilustraciones muy expresivas, aunque no sé si favorecidas -igual que le ocurre al texto- por el cambiante color de las páginas.


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