FEBRIL
Calma, quietud... Inmovilidad.
Sed plomiza, como el calor.
Sólo el cerebro trabaja
y el sol
abrumando el espacio
implacable, incansable, incesante
mente la luz
pesada
luz de plomo
también
me ancla a esta tierra
me planta
y entonces tú
bajo el torrente,
tú plena
la mano extendida,
el rostro que eclipsa y vence,
tú la razón de ser
de este paisaje,
tú surgida
que al fin me alcanzas
y alivias con tus labios
y tus lenguas...
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