jueves, 27 de octubre de 2011

Papá


Decimos hasta luego, no responde, lee y mueve los labios para seguir las palabras. Maria y yo sabemos leer mejor que él, y eso es injusto. Nosotros, que hemos tenido el privilegio de estudiar, sabemos más que un adulto que durante toda su vida se ha hecho valer con sus brazos para que no nos faltase el sustento y siempre respetó a su mujer. Cierro la puerta de casa detrás de Maria y comprendo que me siento orgulloso de papá, que para leer tiene que entrechocar los labios y soportar a su avanzada edad un poco de instrucción.



Erri de Luca: Montedidio (Akal, 2008).
Traducción de César Palma.

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