Descansa aquí de todos olvidado
quien hace un año apenas figurara
cual mejor videojuego del mercado,
pues a diestros y a expertos desafiara.
Murió, sin ser culpable, por la rara
costumbre de quedar muy anticuado,
ser aburrido y fácil, triste tara,
al poco de nacer, un mes contado.
Detente caminante, te lo ruego,
contempla los despojos que aquí moran,
aprende de su caso y sigue luego.
Los tiempos que vivimos no valoran
la estética del hielo, sino el fuego
de progresos que todo lo devoran.
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