Autora: Ana Tortosa
Ilustraciones: Esperanza León
Edición: Thule, 2011
De nuevo la poesía.
Esta vez, no es ni la rima ni el ritmo ni siquiera el verso lo que da el ritmo y la cadencia al texto, esta vez son la repetición de palabras y expresones, las enumeraciones, la estructura de relato, quienes transmiten el pulso de una historia que es una no historia.
La información que se omite es tan importante como la que se expresa. No sabemos a ciencia cierta qué ha pasado (guerra, exilio, terremoto, emigración... cualquier desastre serviría para contar lo que se nos cuenta), solo sabemos los efectos de lo ocurrido sobre el paisaje geográfico y humano de las víctimas. Y es una omisión en absoluto gratuita; al contario, tiene que ver con el final, con la última frase -que no debo revelar-, afirmación perfecta para el mundo que vivimos y para los habitantes de ese mundo. Es un gran acierto que da una coherencia extraordinaria a la obra.
La estructura de la historia es clásica: situación inicial, suceso dramático, cambio, conclusión. Es la estructura más adecuada para transmitir un efecto economizando palabras; el lector avanza ayudado de su memoria lectora y estética; así, Ana Tortosa puede no contarlo todo y jugar a dejarnos ese poso de tristeza, pero también de esperanza, que nos deja.
Camino de mi casa
había un banco
donde los viejos se sentaban
las tardes de primavera y tibio sol.
(...)
Ahora mi casa está en ruinas.
Han borrado el camino que llegaba hasta ella.
(...)
Algún día
habrá de nuevo
un camino que lleve a una casa.
La sencillez es sombría en este libro y las ilustraciones de Esperanza León, auténticos cuadros de ese paisaje ultrajado, contribuyen a ello. Las imágenes interpretan el texto libremente. La ilustradora las ha elegido, es posible, por propio gusto, por memoria, por cultura, lo único seguro es que cada lector podría elegir otras, las propias que conformen su paisaje vital. A doble página todas, forman un catálogo de escenas en las que destaca el ambiente, la atmósfera llena de sensaciones más allá de lo expresado en el texto.
Me parece un hermoso y serio álbum para releer y contemplar pausadamente mejor un día soleado que una tarde de domingo por si acaso.
Ficha de la editorial, aquí.
2 comentarios:
Gracias por apreciar nuestro Camino, Carlos.
Un saludo
Gracias a ti por mostrárnoslo.
Publicar un comentario