9 de octubre del 35. Todo
poeta se ha angustiado, se ha maravillado y ha gozado. La admiración por un
gran pasaje de poesía no lo es nunca por su sorprendente maestría, sino por la
novedad del descubrimiento que contiene. Aunque sintamos un pálpito de alegría
al encontrar un adjetivo acoplado con acierto a un sustantivo, que jamás se
habían visto juntos, no es asombro ante la elegancia de la cosa, ante la
prontitud del ingenio, ante la habilidad técnica del poeta lo que nos conmueve,
sino maravilla ante la nueva realidad puesta de manifiesto.
Cesare Pavese: El oficio de vivir, 1935-1950 (Planeta,
1999)
Traducción
de Ángel Crespo
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