martes, 16 de julio de 2013

El Punto Jonbar


Saldremos del túnel, qué duda cabe, pero lo haremos igual que se sale del bosque en el cuento, siendo otros distintos a aquellos que entraron en él. Saldremos siendo distintos y, además, saldremos a otro momento, a otro tiempo, porque el túnel de nuestra crisis es una máquina del tiempo que nos devolverá al pasado, a un pasado que creíamos definitivamente superado, pero no.
La técnica narrativa que recrea un mundo posible que no fue pero pudo haber sido se llama ucronía. Por ejemplo un mundo donde pervivieron los dinosaurios, o en el que la armada invencible no naufragó, sería una ucronía, y hay obras que así lo reflejan, hasta el punto de hacer de la ucronía un género narrativo.
Ya ha ocurrido, en realidad.
Nuestro gobiernos, el nacional y el supranacional, han conseguido la gran proeza de hacer de nuestra vida una realidad ucrónica en la que, pertrechados con nuestra impedimenta moderna y sabiendo lo que sabemos, revivimos a mediados del siglo veinte en una sociedad donde las relaciones laborales y de producción vuelven a ser feudales y los amos, los empresarios y los políticos, imponen su poder y sus prerrogativas al resto de la población.
Avanzamos por ese camino nuevo recreando una sociedad empobrecida, pero con memoria. Terrible. Y volveremos a llegar a un momento en que habrá que elegir entre varias opciones, llegaremos a la bifurcación del sendero donde deberemos elegir las prioridades, el modelo de progreso, las nuevas relaciones de poder... Llegaremos al Punto Jonbar, ese en que, en la ucronía, un acontecimiento concreto condiciona la historia futura, como unas elecciones, un real decreto, una guillotina en todas las plazas...




No hay comentarios: