domingo, 28 de julio de 2013

Herido paisaje de Galicia


Travesaños de vidas
hacia el dolor y las ausencias
unen los raíles del tren
descarrilado.
La culpa y los lamentos,
las causas, los azares,
van juntos de la mano,
pero ya no hay nada que hacer
por el reloj
ni por el verde
paisaje atravesado
por el hierro, el cristal, la sangre...,
tan sólo recordar,
regar el recuerdo con lágrimas
de vida y calma al fin.
Las lágrimas quizá alimenten
y den nuevo esplendor
al herido paisaje de Galicia
que somos todos hoy.


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