Cada poema un pájaro que huye
del sitio señalado por la plaga.
Cada poema un traje de la muerte
por las calles y plazas inundadas
en la cera letal de los vencidos.
Cada poema un paso hacia la
muerte,
una falsa moneda de rescate,
un tiro al blanco en medio de la
noche
horadando los puentes sobre el
río,
cuyas dormidas aguas viajan
de la vieja ciudad hacia los
campos
donde el día prepara sus
hogueras.
Cada poema un tacto yerto
del que yace en la losa de las
clínicas,
un ávido anzuelo que recorre
el limo blando de las sepulturas.
Cada poema un lento naufragio del
deseo,
un crujir de los mástiles y
jarcias
que sostienen el peso de la vida.
Cada poema un estruendo de
lienzos que derrumban
sobre el rugir helado de las
aguas
el albo aparejo del velamen.
Cada poema invadiendo y
desgarrando
la amarga telaraña del hastío.
Cada poema nace de un ciego
centinela
que grita al hondo hueco de la
noche
el santo y seña de su desventura.
Agua de sueño, fuente de ceniza,
piedra porosa de los mataderos,
madera en sombra de las
siemprevivas,
metal que dobla por los
condenados,
aceite funeral de doble filo,
cotidiano sudario del poeta,
cada poema esparce sobre el mundo
el agrio cereal de la agonía.
el agrio cereal de la agonía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario