martes, 8 de octubre de 2013

Poética del enfado (tríptico expiatorio)


I

Estar de mal humor
sin causa alguna,
odiar a todo bicho, o sea persona,
que respire en un radio
de seis o siete metros
(y alguno más al aire libre);
querer gritar “¡adiós!”,
“¡que os den por culo!”,
“¡os odio como a dios, como al diablo!”,
y no gritarlo, claro está,
pero sentirlo sin remedio;
sentirte más culpable
porque estos pensamientos
afloran sin esfuerzo alguno
y apuntan a dianas
tan poco sospechosas
como amigos, familia
y aquel desconocido del espejo...


II

Debo espiar
al responsable
de mis enfados repentinos.
Averiguar
por qué no soy capaz
de impedir la explosión
y su onda espantosa.


III

Remordimientos,
en el fondo del baúl
siempre cerrado,
siempre,
comprado así
y nunca abierto,
nunca,
entonces cómo,
pues eso,
remordimientos.



2 comentarios:

Unknown dijo...

En ocasiones, podría identificarme 100% con la I)

Odal Orto dijo...

Qué me vas a contar... :-))

Gracias por el comentario.