EL DIOS FAQUIR
El mar de capuces apuntando al cielo parece que fue el punto
de partida, la punta, para la teoría de un dios faquir.
Y se lo imaginaban echado en el cielo, sobre el mar de
capuces cuyas puntas se clavaban en su espalda sin causarle heridas ni dolor
aparente.
Al fin y al cabo, el aire también es cielo.
(Pero, entonces, ¿cuál podría ser la explicación para las
impertinentes lluvias que habían imposibilitado la salida de las procesiones
durante los últimos años?, ¿que el dios faquir se ha cansado?, ¿que ha muerto?)
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