LA CASA
(A
Carlos Candel)
En cuanto la familia arrancó el coche, la casa
guiñó una ventana a su vecina, la casa ahora vacía, y comenzaron a ejecutar su
plan.
Tiraron tabiques, levantaron solados,
movieron cañerías, extendieron cableado, pintaron paredes, intercambiaron
muebles y electrodomésticos, levantaron tabiques...
Un día escaso les llevó unirse en una gran
casa única. Y como tal vivieron durante los quince días de vacaciones.
Cuando la familia regresó, se pudo oír el
comentario de todos los años, ese que causaba asentimiento unánime y tanta
risa.
- Siempre que volvemos, después de estas dos
semanas, la casa me parece otra.
Y con esa extraña sensación compartida por
todos, se ponían a deshacer el equipaje.
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