Te
interrumpe el séptimo lector: —¿Usted cree que toda historia debe tener un
principio y un final? Antiguamente un relato sólo tenía dos maneras de acabar:
pasadas todas las pruebas, el héroe y la heroína se casaban o bien morían. El
sentido último al que remiten todos los relatos tiene dos caras: la continuidad
de la vida, la inevitabilidad de la muerte.
Traducción de Esther Benítez
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