Paula y la levedad del ser
Autor: Zoran Drvenkar
Ilustraciones: Peter Schössow
Edición: Takatuka, 2009
Traducción: Clara Formosa Plans
Paula empieza a engordar a los siete años y con ocho está
más gorda que nunca. Nadie en su gran familia está gordo y Paula se siente mal,
como si estuviese hecha de plomo. Sabe que su gordura molesta a sus padres,
aunque finjan que no pasa nada. Nadie la coge y la lanza al aire ya, a todos
les duele la espalda. Hasta que su tío y padrino Harim llega desde Australia de
visita. Él sí que es sincero cuando dice que la ve estupendamente y la lanza,
como siempre, al aire. Y Paula se queda en el aire, sin bajar, flotando. Allí
vive Paula a partir de entonces, sintiéndose bien, más ligera que el ala de una
libélula. Y un año después, otro niño, también gordo llega hasta su casa para
pedirle ayuda.
Drvenkar escribe una historia divertida y tierna a la vez,
trata el tema de la obesidad sin regodeo ni moralina, de forma sencilla, pero
también fantástica, centrándose en la protagonista, en sus sensaciones y en su
estado de ánimo, en la soledad que la envuelve y en lo incomprensible que para
ella es su nuevo cuerpo. No nos habla del motivo de la gordura ni de la solución
posible; no valora ni explica ni concluye; Drvenkar nos cuenta cómo afecta a
una niña un cambio físico, cómo la sume en un estado de aislamiento y tristeza y
cómo, a través de un adulto sincero y sin prejuicios, puede hallar un modo de
volver a ser feliz. El aire se convierte en el lugar donde Paula es feliz,
porque es el lugar donde su lastre deja de serlo.
Las ilustraciones de Schössow, a dos colores, son un buen
refuerzo para el texto y juegan acertadamente con la perspectiva a vista de pájaro para
situar al lector junto con Paula, en el aire.
Recomedable a partir de 8 años, por ejemplo.
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