lunes, 4 de enero de 2010

Curiosidad monstruosa: después de

Una vez vista la película Donde viven los monstruos, os cuento mi opinión, que complementa la del post Curiosidad monstruosa: antes de, que podéis leer aquí.

Es tal la diferencia entre álbum y película, tanta la distancia, que en este caso más que en ningún otro estaría justificado no comparar nunca, jamás, uno con otra. Sin embargo será inevitable por varias razones: el mismo título, los mismos disfraces, el nombre del escritor en los créditos, las alusiones literales al álbum… En fin, seré breve.

La película no me ha gustado por varios motivos:
  1. Es aburrida.
  2. Es una película sobre la soledad, más que sobre la imaginación, como me parece el álbum. Lo malo es que los personajes solitarios -Max y el monstruo Carol- me caen mal.
  3. La explosión de mal humor de Max me parece demasiado repentina, violenta y sin coherencia con lo que del chico se nos ha mostrado hasta ese momento.
  4. Es aburrida.
  5. El viaje de Max es inútil. Para Max y para los monstruos. Nadie aprende nada, nadie crece, nadie cambia.
  6. Es una ocasión perdida para reflexionar sobre, por ejemplo: para que cambien las cosas no hacen falta reyes, basta con proponérnoslo. Se apunta a esta diana, pero se yerra el disparo o, peor aún, no se produce ningún disparo. El rey de los monstruos no sirve para nada, del mismo modo que los monstruos siguen como estaban antes de la llegada de Max (un gesto final de Carol solamente, vacío de palabras. Lástima).
  7. Es aburrida.
  8. La relación entre los monstruos Carol y KW es de jardín de infancia. Ella, KW, se va al parecer porque no soporta su mal humor, pero tampoco es clara sobre sus sentimientos; él, Carol, el monstruo destroza-cabañas, se revela como un histérico iluso de encefalograma plano, incapaz de entender nada de nada y, por supuesto, de cambiar un ápice su actitud.
  9. No me creo -y entonces no me parece bien empleado- el pasadizo por el cual Max va y viene de un mundo a otro -su embarque y su viaje por mar-, ni el momento de inflexión en que el tiempo cronológico (Max y su madre) y el de la ficción (Máx y los monstruos) se tocan y conectan.
  10. Cuando veo al monstruo Carol moverse y gesticular, no puedo evitar imaginarme todo el rato a Don Pimpón, aquel vecino viajero de Espinete en Barrio Sésamo.
  11. Es aburrida.
  12. La perfección digital del cine actual pasa factura a los monstruos de disfraz y los hace demasiado teatrales, con lo que, en este caso al menos, el tono de la película se viene abajo.
  13. Si a un monstruo le lanzan una bola de barro y le hacen una herida, no puede ser que luego le arranquen un brazo y sólo se entristezca por ello. Peor aún, ¡¡¡no puede aparecer después con un palito clavado al costado como si fuese un bracito atrofiado!!!
  14. Sólo la monstruo Judith se salva de tanta tontería. Es la única que muestra algún ramalazo verdaderamente monstruoso, pero sucumbe a la dejadez del resto.
  15. Es aburrida.


















Y la frase inquietante del álbum: "Por favor no te vayas -te comeremos- te queremos tanto...", en la película la dice, adaptada, la monstruo KW: "te comería, te quiero tanto...", y me parece más relacionada con comerse a besos a alguien que a mordiscos. Es decir, que no entiendo el empeño por citarla, la verdad.

4 comentarios:

Citopensis dijo...

Yo no he visto la película pero había oído que no estaba del todo mal (aunque el director, Spike Jonze, es de eso que son "cuidados" en demasía por los críticos como artista-director cuasi ideal...)

Supongo que terminaré echándole un vistazo.

Por lo demás feliz año y etcétera Carlos.

Un saludo.

nane dijo...

No has entendido nada:
Los monstruos son como niños y se comportan como tales, son como Max. Y si aprenden, tanto unos como otros, otra cosa es que no hayas sabido verlo... es cierto que no se necesitan reyes para aprender, pero hay personas que creen que los necesitan y ese era el problema de Carol, que creía que necesitaba un rey. Los puntos en común de Max y su familia y los monstruos son múltiples y Max tiene motivos más que suficientes para tener esos ataques de rabia... incoherentes? ja! no te rodeas de muchos niños, verdad?

Sobre los efectos digitales y demás, no tengo nada que decir, para gustos colores.. a mi me encantan, tienen su encanto como marionetas, me recuerda a las peliculas tipo cristal oscuro y el laberinto... dandole más realismo con el toque digital. En cuanto a lo del viaje en barco y el brazo del monstruo.. enfín.. a veces hay que saber mirar más allá, al fin y al cabo NO DEJA DE SER UN CUENTO.

Solo estoy de acuerdo contigo en cuanto al monstruo Judith.

No es que le ponga un 10 a la pelicula, pero tampoco me parece para despreciarla tanto como lo estás haciendo tú!

saludos!

Lienzo dijo...

Estoy de acuerdo con lo de Judith también... jejeje y estoy de acuerdo completamente con Nane.

Tampoco creo que sea la gran película del universo pero creo que es muy buena: en específico me llamo la atención lo que dices sobre si alguien crece o no. Entiendo el argumento; en la narrativa clásica, la novela o el cuento, algo tiene que cambiar para ser detotante de la acción; aquí algo también cambia pero no es expreso, quizás estamos malacostumbradospor Hollywood a que sean demasiado expresas las moralejas; aquí hay que pensarle un poco más; en la infancia, las cosas más hermosas, que más nos marcan, son como cuadros de luz, como fotografías maravillosas, y no necesariamente diríamos "después de jugar con mi abuelo algo cambio en mí", o "después de comer helado todos los días aprendía algo"; quizás la visión aprender-cambiar es algo que viene con la madurez, con la premura de perder el tiempo;en la infancia basta la fantasía y la belleza sin la teleología final.

Muchas gracias por tu post :-) me hizo pensar bastante.

Tzitzi Janik

Odal Orto dijo...

Me gusta tu comentario, Tzitzi Janik, sobre todo lo de "cuadros de luz" aplicado a los recuerdos, ¿me lo prestas para que pueda utilizarlo en algún cuento?. Y, en esencia, estoy de acuerdo contigo.
Mi valoración negativa de la película obedece sobre todo al aspecto narrativo y, si acaso, estructural. Si alguien se toma la molestia de mostrarme por extenso el mundo imaginativo del protagonista, enmarcándolo en dos secuencias de su vida cotidiana, espero no una justificación, sino una utilidad: el viaje sirve para algo y para alguien. Es como recurrir al sueño, a estas alturas acabar una película con el despertar del protagonista sería bastante lamentable; lo normal es ir más allá y sacar algo del sueño a la realidad. Pero sin llegar si quiera a esto, en esta película, Max podía simplemente ser un chico ensimismado que sueña despierto y punto. ¿Se resentiría en algo la película? Creo que no. Por poner otro ejemplo de "viaje fallido", es lo mismo que le ocurre a El laberinto del fauno, el mismo fallo narrativo, la parte fantástica de la película se queda en simple vía de escape, ejemplo paralelo de otra vida, sin ninguna incidencia en la realidad de este lado.
Sobre el contenido del viaje... es de agradecer que los muñecos sustituyan a los efectos virtuales, pero eso mismo debería haber servido para prestar más atención a la acción y la personalidad de los personajes; por otro lado, el tempo narrativo del mundo monstruoso es lento, paradójicamente lento en comparación con el carácter de Max.
Y sobre la opinión de Nane... alguien que empieza su texto con "No has entendido nada" debe ser, por lo menos, autoridad renombrada en la materia o amigo del productor, y, con ese tono, lo que dice queda bastante devaluado.

Gracias de nuevo.