domingo, 28 de marzo de 2010

Por orden del tirano


Todo el tesoro de los cuentos de nuestros antepasados está encerrado por orden del dictador dentro del cerebro de la gente; hundido como en un gran pozo sin fondo donde no puede llegar ningún cubo, ningún cangilón. Nadie puede hablar de ello. Nadie puede contar aquellos cuentos. Y un cuento que no puede ser contado, ¿para qué sirve?
Las funciones de títeres han sido prohibidas, y también las narraciones de los cuentacuentos de la plaza, y la edición de libros: todo prohibido por orden del tirano.

Miquel Rayó: Donde vuelan las cometas. (Edelvives, 2003) Traducción de Angelina Gatell.

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