El día del fin del mundo, Adán no se duchó. A la mañana siguiente no pudo hacerlo. Ni a la siguiente. Todavía hoy lo está intentando, sin éxito.
Así es el infierno de Eva.
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Poesía, narrativa, libros infantiles, ensayos y opiniones sobre literatura y libros, lectura y escritura, esto, lo otro y lo de más allá.
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