Me parece apasionante todo lo relacionado con el empleo del lenguaje, la selección de la información para comunicar un determinado mensaje, la orientación de los mensajes para contar una cosa y a la vez ocultar otra, lo que una declaración tiene de evidencia sobre el tipo de persona que es quien la hace y su manera de entender la vida, las relaciones o el trabajo.
Por ejemplo, que un alcalde pague a los trabajadores municipales el 40% del sueldo del mes de enero el 9 de febrero, después de varios meses de incumplimientos repetidos en ese sentido, y afirme que "la nómina está garantizada", significa que, o bien ha involucionado a edad preescolar, o bien nos toma por idiotas.
Otro ejemplo: si un concejal declara que ha recortado un 80% el presupuesto para carnavales, conseguirá el aplauso vecinal, sin duda, pero en realidad está afirmando que considera necesario gastar algo en ese tipo de servicios (y aquí puede sustituirse carnaval por fiestas, conciertos, teatro, luces, carrozas, móviles último modelo, viajes organizados, becas, premios o cargos de confianza), por muy secas que estén las arcas municipales. Si además no da esa difusión a otras actuaciones igualmente interesantes como, por ejemplo, que las sesiones de cuentos de las bibliotecas municipales se han incrementado y se pagan en metálico y al momento (para regocijo de cuentistas y cabreo morrocotudo de acreedores, imagino), la manipulación informativa y la incoherencia profesional son evidentes.
Y un ejemplo más: si un consejero delegado afirma que no hay dinero y al día siguiente, de repente, paga el 40% de las nóminas, haciendo magia u obrando el milagro (parcial, eso sí), significa que, efectivamente, las cosas existen en cuanto son nombradas, aun en sentido negativo.
Así que, confiando en el poder creador del lenguaje, hago la prueba y pronuncio el conjuro: alcalde, bonico, paga el dinerico. A ver qué pasa.
2 comentarios:
"Dios, que buen vasallo si hubiera buen señor".
También podría decirse de muchos de los que nos ganamos el sustento sirviendo a arribistas amos, pero estamos condenados a servir pleitesía a costa de nuestra dignidad y silencio o sufrir destierro. El exilio interior puede ser tan cruel como el exterior.
Comparado con las cosas que llevamos vistas, el milagro de los panes y los peces está quedando en un burdo truco de alquimia de feriantes, actual ingeniería financiera y antes timo del tocomocho.
No dejes de asombrarte y no dejes de expresarlo. La vida es demasiado corta para vivirla de rodillas.
O sea, que te ha gustado ¿no? Bien.
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