Todos tenemos mucho más por leer de lo que podemos leer y
mucho más por hacer de lo que podemos hacer. Aun así, una de las cosas que
aprendí de mi madre es la siguiente: leer no es lo contrario de hacer; es lo
contrario de morir. Nunca podré leer los libros preferidos de mi madre sin
pensar en ella, y cuando los preste y los recomiende, sabré que con ellos va
parte de lo que la constituyó; que un aparte de mi madre seguirá viva en esos
lectores, lectores que tal vez se sientan inspirados a amar tal como ella amó y
a abordar su propia versión de lo que ella hizo en el mundo.
Will Schwalbe: El club de
lectura del final de tu vida (RBA, 2013)
Traducción de Eduardo Iriarte
No hay comentarios:
Publicar un comentario