Hermosa
soledad
Autor: Jimmy Liao
Edición:
Barbara Fiore Editora, 2008
Traducción
de Jordi Ainaud i Escudero
En la
biblioteca donde trabajo, este libro está en la sección de poesía juvenil, junto
con los demás libros para lectores a partir de ocho años, más o menos. ¿Está
bien ahí? Él mismo me ha dicho que sí, porque lo que más le importa es estar.
Podría haber
sido la sección de narrativa, o incluso la sección de adultos, narrativa o
poesía, la elegida para ubicarlo, en cualquiera de esas secciones habría estado
bien y adecuadamente clasificado, pero había que elegir una y como Jimmy Liao es reconocido sobre todo por
su oba infantil… El caso es que Hermosa
soledad es un libro de esos que un bibliotecario teme catalogar, al mismo
tiempo que desea encontrarse con más frecuencia, precisamente por eso, por la “dificultad”
que ofrece para ser encasillado. Es un libro tan hermoso que, al final, el
único temor del bibliotecario es que pase desapercibido.
Jimmy Liao
no es poeta. Al menos no es poeta que escriba en verso… Rectifico, Jimmy Liao
es un gran poeta. Sus versos son las formas y los colores que, combinados como
él sabe combinarlos, producen esas escenas tan sugerentes, enigmáticas…
emocionantes. Pero sus versos son también las historias que cuenta y las explicaciones que nos da de su obra. Si cualquier libro de Liao es un canto poético hecho sobre todo
de imágenes, Hermosa soledad es un
canto poético doble, de imágenes y palabras, o triple si contamos con el
resultado de combinar la lectura de imágenes y palabras.
Escrito en
forma de diario, cada página hace referencia a un día, un mes y el estado del
tiempo. El motivo es la larga convalecencia a la que una enfermedad sometió al
autor. Las imágenes que sirvieron de entretenimiento, de ejercicio y también de terapia
son poemas visuales extraordinarios, que provocan emociones tan variadas como
la extrañeza, la sonrisa, la calma, la inquietud, la angustia… Los textos que
las acompañan son breves historias o secuencias directa o indirectamente
relacionadas con las ilustraciones, unas veces intimistas y líricos, otras
veces más narrativos, otras aludiendo al estado de ánimo y otras en forma de reflexiones interesantes sobre el proceso creativo.
Antes, cuando hacía un dibujo que me
gustaba,
la ilusión podía durarme días enteros
y me sentía como si fuera un auténtico
genio.
Poco a poco,
cuando hacía un dibujo que me gustaba,
sólo alcanzaba a alegrarme un rato,
y al cabo de otro poco, se me olvidaba por
completo.
Antes, cuando hacía un dibujo malo,
me llevaba un gran disgusto
y me sentía como si fuera un auténtico
fracasado.
Ahora, si hago un dibujo malo,
adopto de inmediato la firme resolución
de olvidarlo cuanto antes.
Me gusta utilizar imágenes para generar textos, narrativos o poéticos, lo mismo da. Si la imagen es figurativa y realista, el texto suele salir en ese tono, y si la imagen es surrealista o incluso abstracta, el texto suele estar más cerca del poema o de una prosa liberada de las fronteras de la realidad y la lógica. Este libro es una fuente impagable de sugerencias, de imágenes, de ideas que bien podrían llenar un taller de escritura creativa: vendaval de sombreros, rocas en suspensión, islas en forma de mano, ventanas dentro de ventanas dentro de ventanas, pájaros gigantes...
Así que, sí,
Hermosa soledad está bien donde está
y Jimmy Liao es un gran poeta, porque él sí puede:
21 DE FEBRERO NUBOSO IRRUPCIÓN DE UN FRENTE
FRÍO
Excepto los poetas,
¿hay alguien más en el mundo
capaz de nadar en una piscina sin agua?
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