martes, 12 de noviembre de 2013

Cuento


Acostado, intentando convencer al sueño, acabo recordando la película de terror que he visto hace un rato. Soy consciente de la situación, soy adulto y racional, pero no pienso abrir los ojos, no, y espero con el embozo hasta la barbilla el hachazo fatal sobre mi cuello.
Por la mañana, una parte de mí no quiere despertar y la otra no desea otra cosa.


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