Una de mis colaboraciones en la revista electrónica El Globo Sonda, cuya actualización de noviembre está dedicada al terror. El jueves os mostraré la otra. Hasta entonces disfrutad de estos doce breves, uno por campanada.
1
Acaricio tu cuerpo ausente
con la mano que ya no tengo.
2
Mi calavera besa
con una persuasión
que yo nunca logré.
3
Muerdo tu cuello
con deseo de artista,
bebo tu sangre
con el ansia del náufrago.
4
Verte en el lecho,
durmiente, desvalida,
y no poder tocarte, profanarte,
me convierte en un voyeur,
el más triste de los fantasmas.
5
Guiar tu propia mano
por simas, manantiales,
y unirme a ti, soldarnos,
en el instante del gemido.
6
A través de la sangre,
el tacto de tu cuerpo herido
enciende mi deseo
de volver a morir.
7
Y te beso cada día
con mi lengua poderosa
de brisa, viento, huracán.
8
El terror de tu rostro
al observar el mío
aumenta tu belleza
y mi apetito.
9
Corriendo, persiguiéndote,
traspasando paredes,
aumentando tu pánico,
sabiendo que no tienes
ninguna escapatoria,
postergando el instante
feliz de tu captura.
10
Sin más explicaciones,
desnudo tu esqueleto
para vestir el mío.
para vestir el mío.
11
Desesperado,
no logro penetrar
tu cuerpo más allá
del viento, de la voz,
del pensamiento.
12
Y al despertar
querrás estar dormida.
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