Cada día, el sompata Refle repite la misma ceremonia.
Por la
mañana, nada más levantarse, se mira en el espejo. Él se siente apagado y
pesado, pero el espejo le devuelve una imagen alegre y ligera que le da fuerzas
para viajar por el día con decisión y optimismo.
Cuando por la tarde regresa a casa, satisfecho y contento porque ha hecho un montón de cosas, ha aprendido cosas nuevas y ha conocido a sompatas admirables, vuelve a mirarse en el espejo y comprueba que, ahora, su imagen parece mustia y gris. Entonces, como impulsado por una fuerza invisible, el sompata Refle se pone el pijama y se acuesta.
Cuando por la tarde regresa a casa, satisfecho y contento porque ha hecho un montón de cosas, ha aprendido cosas nuevas y ha conocido a sompatas admirables, vuelve a mirarse en el espejo y comprueba que, ahora, su imagen parece mustia y gris. Entonces, como impulsado por una fuerza invisible, el sompata Refle se pone el pijama y se acuesta.
Y el cansancio lo lleva en
brazos hasta el sueño y la mañana siguiente.
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