y cuando se fueron, nosotros nos quedamos en la iglesia y el señor graham
me dijo que abriera la biblia por cualquier página.
y entonces la abrí.
me dijo que leyera por la página que había abierto.
yo pasé el dedo por debajo de las palabras y las fui pronunciando letra por
letra y entonces, cuando empezaron a venir, se volvieron más rápidas y yo decía
las palabras en voz alta y estaba leyendo. levanté la voz todavía más alta y
entonces me di cuenta de que estaba leyendo más rápido y no tenía que estar siempre
con el dedo ahí puesto.
y entonces me imaginé escribiendo esas mismas palabras y supe que mi mano
podía hacerlo y dibujar las formas de las letras.
Nell Leyshon: Del color de la leche (Sexto
Piso, 2013)
Traducción de Mariano Peyrou
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