El tema al que la revista Peonza dedica su número 114 es “Migrantes” y la ilustradora elegida para recorrer sus páginas es Carme Solé Vendrell. Así que, como punto de partida, no puede ser más atractivo. Pero hay mucho más y la lectura de esta revista no defrauda... tampoco esta vez defrauda.
Quiero destacar algunas cosas que me han parecido especiales. El texto de José Manuel Mateo, construido sobre tres reflexiones en torno al concepto de migración; la reproducción del primer capítulo de la novela juvenil La mancha de la raza (Cambalache, 2014), del autor italiano Marco Aime, que voy a comprarme ya; las entrevistas a Ana Maria Machado y a Carme Solé Vendrell; las bibliografías sobre cómics y libros infantiles y juveniles que tratan el tema de las migraciones; y la habitual sección de reseñas.
Se dicen cosas muy interesantes en la revista, pero me quedo con una, el final del artículo de José Manuel Mateo y su enfoque sobre la idea de tierra, propiedad. Me parece de una amplitud de miras extraordinaria. Necesaria.
Desde luego, no se trata de omitir toda la inteligencia del derecho internacional ni de olvidar las vidas que han costado las luchas de independencia ni de negar las culturas construidas desde tiempos remotos en territorios específicos. Nada de eso; pero si pensar que algo es de nuestra propiedad exclusiva lleva a cerrar puertas y fronteras vale la pena señalar que ese sentimiento de propiedad sobre el territorio es tan legítimo y legislable como el derecho a migrar en condiciones humanas, por contrapartida a las medidas de vigilancia y exclusión. Cuando el tránsito de personas entre los países suma tragedias como las de la frontera entre México y Estados Unidos o las del Mediterráneo es porque se ha llevado al extremo la idea de la propiedad y se han olvidado convenientemente las deudas históricas, esas que no se pagan con dinero.
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