VII
El coche parece
una cápsula
vertiginosa y panorámica.
Basta cambiar de ventanilla para ver
el mar la nieve
la lava la montaña
tanta agua
el cielo más azul las nubes
más espesas
los rostros admirados de
los pasajeros
y sus ojos como bocas como ojos como platos.
y sus ojos como bocas como ojos como platos.
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