UNO DE DETECTIVES
Título: La tuneladora
Autor: Fernando Lalana
Edición: Bambú, 2006
El detective y antiguo profesor de lengua Fermín Escarpín se enfrenta a un nuevo misterio. Esta vez se trata de la desaparición de un joven ingeniero, responsable de la tuneladora que está ampliando una línea del metro en Zaragoza. Escarpín se enfrenta a personajes poco fiables, situaciones alucinantes, literalmente, y edificios sorprendentes.
Combinar una trama detectivesca con misterio, crítica, humor e ironía es difícil, pero si se hace bien los resultados son gratificantes.
Fernando Lalana nos cuenta una historia atractiva, en la que mezcla esos componentes de forma muy equilibrada, sin regodeos históricos o sociales o culturales, ni explicaciones cargantes (que son algunas de las taras más notables de la narrativa juvenil, o de la narrativa infantil cuando se acerca a la juventud de once o doce años en adelante), y logra que nos interese la historia y nos riamos de vez en cuando y apreciemos, por ejemplo, el manejo que hace del punto de vista, el tratamiento subjetivo del espacio (sobre todo la noche, los sótanos, los túneles), la caracterización de los personajes con unas pocas pinceladas.
Fernando Lalana tiene la habilidad de hacer que parezca fácil escribir y esto se traduce en el efecto que la lectura de sus libros produce en el lector juvenil: leer también es fácil. Por eso, quizá, sea uno de los autores que más éxito tienen entre el público pre-inter-post-adolescente, por no hablar de los lectores adultos que deseamos leer buena ficción y no reflexiones transversales sobre la vida y sus habitantes.
¿Edad recomendada? Pues a partir de 10 u 11 años, más o menos, según, ya sabemos.
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