viernes, 28 de enero de 2011

Libro de los errores


Después de pensarlo mucho, he decidido hacerlo. Queda inaugurado el Libro de los errores.
En esta sección reseñaré álbumes ilustrados y libros infantiles en general que me parecen erróneos, fallidos o directamente malos en alguno de los aspectos que los conforman (desde los narrativos hasta los de diseño, pasando por las ilustraciones o el argumento). 
Una de las ideas de este blog es iluminar mínimamente el camino de la iteratura infantil, siempre desde mi punto de vista, claro está, y pienso que la crítica de libros malos o fallidos puede hacer más en ese sentido, a veces, que la selección de obras admirables. 
En cualquier caso, me siento en la obligación de llamar la atención sobre errores editoriales que, en un momento como el actual, donde la cantidad parece ser la consigna a seguir, deberían apostar más por la calidad, al margen de oportunismos, utilidades y tonterías varias. Soy lector, por lo tanto, soy crítico.
Aquí va el primer error:

Me ha hecho poeta la vida / poemas de Miguel Hernández. Madrid: SM, 2010

A alguna lumbrera de la editorial SM se le ocurrió diseñar un libro como si fuese un sobre y unas cartas dentro de ese sobre. Y sobre esta idea fabricó un libro de poesia dirigido a lectores apartir de 9 o 10 años. Visualmente, estéticamente, es la repera; edición más cuidada no puede imaginarse... ¿Más cuidada? Veamos. 
Tomamos el libro, lo abrimos, tratamos de leerlo... Lectura más incómoda imposible. El libro está diseñado como sobre apaisado de 13 x 24 cm., pero que se abre por la parte más larga, de forma que todas las páginas, todas, hay que leerlas horizontalmente. Tomad cualquier libro y leedlo así, a ver si aguantáis mucho rato. 
Prácticamente todos los poemas seleccionados necesitan de dos o tres páginas para ser leídos, lo cual hace de la incomodidad lectora un continuo tortuoso. 
¿Y los textos? La letra elegida, de cuerpo 9 o 10 como mucho, hace que parezcan demasiado pequeños en la página, y la distribución de las estrofas o las tiradas de versos por las páginas, a veces más parecida a un juego de "ocupa el espacio en blanco" que a otra cosa, hacen de los textos fragmentos dispersos e incluso inconexos.
Con la selección de poemas (15) no me meto, y destaco algunas cosas positivas, como la introducción sobre la vida del poeta y el cd con los poemas grabados.
Pero lo mejor del libro, sin duda, son las ilustraciones... Tiernas, originales, sugerentes juguetonas... Desde luego, el ilustrador se lo ha currado... El ilustrador, ¿dónde está el nombre del ilustrador? En la cubierta, nada; en la portada, nada; en las solapas, nada; en  la contracubierta, nada; en la última pagina, la de créditos, en la novena línea, junto a uno de los copyright, por fin, se puede leer su nombre: "de las ilustraciones: Miguel Tanco". Caramba. Confío en que al menos le hayan pagado bien por su trabajo.














Podéis ver el trabajo de Miguel Tanco en su web y en su blog.


No hay comentarios: