INTERLUDIO
Después del amor la calma.
El sol secante
del sudor
de las cubiertas ciega.
La línea de flotación
se estabiliza.
La tripulación descansa,
al fin.
El mar
arrugado mar nos mece.
No hay viento, sin embargo,
ni se oye un pájaro.
Es calma chicha...
Se avecina otra tormenta,
dices sorprendente,
y mordisqueas mis labios
y mis pecios.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
es bueno reciclar :)
A ver, qué remedio. Si las ideas nuevas se resisten, habrá que revisar las viejas, ¿no te parece? En unos días te mandaré una cosa para que me digas.
Publicar un comentario