Cuando leáis este artículo ya habremos
votado y, con ello, habremos propiciado un nuevo gobierno... o uno viejo, quién
sabe. Estoy seguro de que esta doble cita con las urnas se estudiará en más de
una facultad de ciencias políticas o, cuando menos, en varios seminarios
especializados. Por ejemplo, se estudiará que un partido salga reforzado a
pesar de verse salpicado por innúmeros casos de corrupción, a pesar de quedarse
callado e inmóvil, sin buscar pactos ni leches, y sin añadir nada nuevo ni
viejo a su inmutable guion; a pesar tener que atar en corto a su líder para que
no hable ni actúe y haga subir el pan y la risa, y se estudiará que ese partido
anormal haya incluido en su campaña electoral los lugares que normalmente se
excluyen, ésos donde no se tiene nada que hacer que no sea arañar votos; en su
caso, unos porque son históricos feudos ajenos, otros por ser corruptos feudos
propios. Por ejemplo, se estudiará que la alianza de dos fuerzas políticas
imposible para la primera cita, sea no sólo real para la segunda, sino
propiciatoria de unos resultados sustancialmente mejores. Se estudiará, por
ejemplo, que un partido de larga tradición, uno de los dos partidos por
excelencia, se haya hundido en la miseria de los tiempos modernos, aferrándose
al centro socialdemócrata que tan bien le ha venido pero que tanto daño le ha
hecho, y que ese mismo espacio sea ahora y de momento el centro geográfico y
umbilical de una nueva formación. En fin, que cuando leáis esto, habremos
votado por segunda vez en siete meses, habremos vivido un aspecto inédito de
nuestro sistema electoral, habremos comprobado una vez más la amplitud de miras
y el profundo sentido de la responsabilidad de nuestra clase política, habremos
inaugurado una nueva e histórica etapa en este país y, lo más importante,
habremos disfrutado de la verdadera esencia cultural de nuestras Fiestas del
Agua, gracias a las tan valiosas como nutritivas propuestas de las peñas
taurinas de la localidad... Aunque creo que esto último no iba aquí, ¿verdad?
Esta cabeza, con tanto lío...
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